Las laderas calizas de la Sierra de Loja, y su entorno, ofrecen al piloto de vuelo libre un buen apoyo, tanto si son ya iniciados, como para las personas que se inician.

Con un desnivel medio de 700 metros, posibilidades de vuelo a oeste y norte, y con un despegue y aterrizaje bastante amplios, la zona ofrece bastante seguridad para estas maniobras, pudiéndose alcanzar fácilmente los 1500 metros (300 m. aproximadamente por encima del despegue).

En su ladera se dan tanto condiciones de térmica dura como suaves vuelos de restitución, en los que se puede planear durante horas en condiciones muy suaves (colchón). Cualquier época del año es propicia para que se den buenas condiciones, pero el verano es la época en la que más rendimiento se le puede sacar.